Desde la construcción de la terminal número dos del Aeropuerto, los problemas se han agudizado.
Enrique Del Val Blanco
En muchas partes del mundo se considera que el estado y funcionamiento de los aeropuertos de un país expresan su grado de desarrollo, más allá de su Producto Interno Bruto o de las reservas que acumule. Si éste fuera el caso, México sería considerado uno de los peores países a nivel mundial.
Desde el fracaso del nuevo aeropuerto y la construcción de la terminal número dos en los terrenos que ocupa el Aeropuerto Benito Juárez, los problemas se han agudizado y los pasajeros tienen que sufrir, tanto la incapacidad de las autoridades para hacer una terminal a la altura de lo que en teoría somos en la actualidad (nuestro gobierno presume que estamos dentro de los 15 primeros países), como la poca consideración hacia los usuarios, nacionales y extranjeros.
Nunca se aclararon las dudas sobre el costo de la Terminal dos, la cual supuestamente iba a resolver los problemas de sobrecupo que teníamos con una sola. Sería muy conveniente que se hiciera público el costo de esta nueva terminal, porque a los pocos años de estar en operación, parece que fue construida hace 50, y ello se debe a la falta de planeación e irresponsabilidad de los que dirigían o dirigen la empresa pública Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
Otra cuestión que no se entiende es que, a pesar de que Mexicana de Aviación y Aviacsa están fuera de circulación, en la Terminal dos continúan los tumultos y los retrasos en las salidas y llegadas.
Pareciera como si se hubiesen puesto de acuerdo el gobierno y las empresas privadas que operan en el aeropuerto para hacerle la vida imposible al usuario. Por lo visto, los encargados de la empresa privada de vigilancia tienen preparación diferente ya que, dependiendo de la fila por la que le toque a uno pasar, abren o no los equipajes de mano sin la menor explicación, y no digamos en otros aeropuertos de nuestro país, donde cada empresa privada contratada tiene sus propias reglas para hacer las inspecciones. ¡Cómo es posible que nuestras autoridades aeroportuarias permitan políticas de seguridad diferentes en cada aeropuerto!
El comportamiento de Aeroméxico es más que lamentable, ahora que se siente la dueña del pastel debido al retiro de Mexicana. Recuerdo cuando decían que era la línea aérea más puntual del mundo, lo cual también era mentira, pero ahora, en virtud de ser la única que opera ciertas rutas, hace lo que le viene en gana, desde el cobro de los boletos hasta el retraso o cancelación de vuelos y, como no hay autoridad alguna que les reclame tales acciones, seguirá haciéndolo en detrimento de los pasajeros.
Si uno tiene la desgracia de volar por Aerolitoral o Connect, filiales de Aeroméxico, y le toca la mala suerte de salir de la puerta 75 de la “nueva terminal” (con todo y sus alfombras rotas), le espera todo un suplicio. En primer lugar, porque la salida del vuelo se anuncia de viva voz y todos los pasajeros tienen que estar aglomerados, ya que por esa misma puerta y al mismo tiempo salen pasajeros a distintos destinos, llevados por camioncitos que en ocasiones, incluso, se equivocan de avión. Luego, hay que padecer el maltrato e impertinencia de los empleados de esta línea aérea, quienes seguro están hartos de tener que hacer frente a las críticas por la mala calidad de su empresa y responden de manera grosera y altanera, al fin y al cabo, al que no le guste que no vuele con ellos.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes debería revisar a profundidad lo que está sucediendo; gracias a la incapacidad de ASA para operar el aeropuerto, así como de las empresas privadas que tienen una concesión del gobierno para operarlo y que seguramente tienen algunas obligaciones que no están cumpliendo.
Por último, llama la atención que los vuelos de Aeroméxico, que realiza en los aviones brasileños, empleen únicamente a una sobrecargo para atender a más de 50 pasajeros. ¿Estará regulada la cantidad de sobrecargos por número de pasajeros o es otra forma de la empresa privada Aeroméxico para ganar más dinero?
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